viernes, 31 de julio de 2009

"No hija"

Recuerdo que cuando era soltera, sin ninguna otra "responsabilidad" que salir a farrear todos los fines de semana y dormir hasta tarde, vivía la vida sin preocupaciones, pues, todo se lo dejaba a mis padres; agua, comida, luz, techo, cama, ropa, etc. Solo debia preocuparme por sacar buenas notas.

En varias ocasiones cuando quería algo me decían "No hija, ahora no". Yo refunfuñaba a mas no poder! "pero por qué no? ustedes no nos entienden luego!" iba con mi cara larga a mi pieza y no les hablaba incluso días. Nunca entendí a mis padres antes cuando me discutían, me prohibían o me castigaban no dejandome ir a alguna fiesta o lo que sea. En esos momentos solo se nos ocurre ahorcarlos!. El enojo se me pasaba si ellos se me acercaban. Siempre tenía en la cabeza de que eran ELLOS los que estaban EQUIVOCADOS y no me dejaban "vivir".

Duele admitir pero tienen razón si estan pensando que yo era una rotunda malcriada!.
Pero desde que me convertí en madre nació un amor distinto en mí, un amor que no tiene medidas.. y a la par, un temor gigantesco que me define "sobreprotectora". Ahora entiendo a mis padres, y sospecho que seré peor que ellos porque siendo pequeñitas mis nenas, ya les digo a mi esposo, "Cuando haya cumpleaños, yo iré. Cuando haya fiesta, yo iré, por suerte no aparento de mucha edad y me mezclaré entre ellos. Vos o yo las llevaremos y las buscaremos, nada de amigos que las busquen. Novio?? noo a los 30 recién, cuando termine sus estudios UNIVERSITARIOS. etc etc". En fin, ya planeamos toda su vida jeje. Lo que me hace preguntar a veces "mis padres me dejaron hacer eso?? sí que tenía libertad!" y comprendes que nunca te castigaron lo suficiente.

Si el tiempo retrocediese agradecería a cada instante a mis padres por todo lo que me daban y respetaría las decisiones que tomaban sin criticar ni buscar el por qué. Los padres que aman a sus hijos no necesitan explicar el por qué. La respuesta a eso siempre es una sola: porque es lo mejor. Aunque en su momento para nosotros no es lo mejor, los padres sí saben cuándo decir STOP y justificar que es lo mejor.

Mis nenas son chiquitas aún pero ya lidian con mi constante "No hija". Se enojan, se van a otro lado, no me hablan. Y el enojo pasa si yo me acerco y la abrazo (pareciera revivir mi pasado pero del revés). Duele decirle NO a veces porque queremos darle siempre lo que quieren con tal de que sean felices pero en mi mente tengo esos un millón de NO que mis padres me decían lo que ayudó a forjarme como persona de bien... y es lo que me consuela cuando digo nuevamente NO. Cierro mis ojos cuando se ponen a llorar; "ojos que no ven corazon que no siente" jeje.

En un post anterior hablaba de que no debemos acomodarnos a la vida de nuestros hijos, sino ellos deberán acomodarse a nuestra vida. Los rotundos NO y los castigos que de ello deriva si surgen discusiones, son los que mas adelante vas a agradecer que en la vida hay un límite para todo, sin importar que seas rico o pobre.

El tema es que es difícil entender a mamá y papá hasta que tú te conviertas en padre. No en vano dice una frase "Agradézcamelo cuando seas padre".

Así, si tienes un hijo, no dudes en decir "NO" si es necesario y no te dejes abatir por sus constantes "pero, pero, pero..." No es no!. Algún día te lo agradecerá.
A muchos padres veo, incluyéndome, cuando queremos ganar tiempo o con tal de que no molesten, nos dejen ver películas, leer libros o trabajar, les damos todo lo que quieren, pero es un error gigantesco!. Pensamos "Es solo por hoy, qué daño hará?". Pero ese "solo por hoy" se acumula 5, 10 hasta 50 veces más que luego ya se torna costumbre. Querer corregir o empezar a decir NO cuando sean adolescentes no tiene sentido, ya sería tarde.
No puedes darle durante toda su infancia un frasco de dulces y cuando sea grande se lo quitas porque ya está mal. Ellos de lejos ya nos estarían ganando cuando nos pregunten "y por qué antes yo hacía eso sin problemas?".
Muchas cosas recien empezamos a corregir cuando son grandes que olvidamos que ya hemos formado una personalidad, un carácter dentro de ellos, con reglas propias desde chicos.
Si desde chicos les enseñamos el valor de cuándo es NO y cuándo es SI, entonces nunca tendrán que peocuparse por peleas futuras y graves. Si bien la adolescencia tiene sus cambios hormonales lo que deriva a otra etapa, pero teniendo una base de disciplina desde muy chico en donde toda regla siempre es y será así sin importar qué, ayudará bastante a aminorar cualquier pelea, distanciamiento etc.
Es importante que desde que nazcan se pongan las reglas precisas a respetarse TODA LA VIDA y no salir siempre con la excusa de "ahora son chicos, no tiene importancia eso, dejalos disfrutar". Desde el nacimiento mismo el ser humano ya debe estar bajo reglas de los padres. Lo que marca la diferencia es que a medida que van creciendo, las reglas pueden extenderse más pero no saliendo del contexto principal. Por dar un ejemplo; desde chico fomentamos el diálogo. Por más niño que sea tu hijo si te pide que lo escuches, escuchalo atentamente, dale la importancia a lo que dice, haz preguntas sobre lo que cuenta. Cuando ya sea mas grandecito ya está fomentado el diálogo que el chico ya no tendrá el problema de acercar a hablar a sus padres sobre cualquier tema, pues siempre se sintió valorado, escuchado.
No cometamos el error de elegir temas importantes que ellos puedan hablarnos, que si hablan de temas sin interés perdamos la atención debida. No. Elijamos siempre escucharlos, así de esa forma enseñamos a que nos escuchen y valoren cuando decimos NO confiando en las justificaciones dadas.
Poner límites, escucharlos, aplaudirlos, consolarlos, aconsejarlos desde chicos hará en gran medida que se convierta en una persona firme, decidido y con valores propios.
Ser padre es un enorme trabajo, una gran batalla del día a día, nunca sabe uno con qué se va a encontrar, pero si tenemos amor dentro nuestro, tendremos sabiduría y estaremos preparados siempre en guiarlos.
Por último, como mis padres tambien leen mi blog, estoy segura que en ese instante habran soltado unas cuantas risas, a lo que traduce "POR FIN APRENDIÓ LA NENA".
Sí, aprendí... y lo sigo haciendo. Los quiero mucho pa y ma!