jueves, 18 de marzo de 2010

El "MIEDO"

Antes de ser madre, no sabía mucho sobre el concepto del MIEDO. Casi siempre me arriesgaba a todo, pues era asidua creyente de que en la vida todo hay que intentar. El miedo NO me frenaba.
Luego de recibir dos regalos hermosos que la vida me concedió (mis nenas), empezé poco a poco a conocer el MIEDO. Miedo a que se enfermen, miedo a que se caigan, a que se lastimen, a que les falte algo, a que coman poco, a que tengan frío, calor, etc.
Todos los días es vivir con miedo a algo, y soy mucho mas cautelosa en todas mis acciones. Aún arriesgo pero no sin antes hacer todos los cálculos posibles de los pro y los contra.
Formar personitas es la tarea más ardua del mundo, sin embargo es la más placentera.
No hace mucho, en verano, aprovechábamos todas las mañanas ir a la psicina en la casa de los abuelos. Sin mediar palabras ni haber tomado clases, mi nena más grandecita aprende sola a nadar. Les aplaudía todos los días por el logro alcanzado, ya que se le notaba la alegría inmensa por haber aprendido sola. Pasaban los días y ya sabía sumergirse, cada vez, con más tiempo. Nos maravillábamos todos los ahí presentes. Luego ya se acopló la más pequeña y era maravilloso ver a dos nenas de 2 y 4 añitos sumergirse al agua, zambullirse, nadar, flotar. Salían de la piscina, retrocedían unos pasos y a correr para pegar unos saltos al agua!! iban para el fondo y salían flotando.. yo me quedaba atónita.. y les puedo asegurar que el miedo se apoderaba de mí cada milisegundo! que "cuidado, no te golpees, no te ahogues, atacate de allí, no te zambullas mucho, etc etc". Mis padres no querían estar presentes allí porque casi seguro les daba un infarto si permanecían más de cinco minutos mirándolas. Pero mis hermanos/as y yo vitoreábamos a todo dar.
Las nenas no medían riesgos, simplemente vivían el momento!. Era hermoso ver cómo disfrutaban. Sinceramente, la niñez es la etapa más linda del ser humano (ojo! si recibe siempre amor y más amor) pues desconocen de responsabilidades, que en la medida que vamos creciendo acoplamos a nuestro vivir cotidiano. Sin embargo, aprendí que el miedo debe tener una dosis justa en nuestra vida, no dejar que se apodere totalmente de nosotros ni tampoco ser arrogante.
UN poco de miedo ayuda a controlarse más uno, apreciar lo que tiene, cuidarlo... el riesgo es necesario en la vida pues ciertas cosas bien vale la pena intentar y con ese miedo como compañero, nos ayuda a medir mejor las acciones y prever las consecuencias.
Hasta ayer pensé que solo los niños carecían de miedo (excepto los castigos de los padres, aunque en mi caso, ni aun asi tienen miedo!), como mis nenas que perdieron absolutamente el miedo al agua. Por qué hasta ayer?. Porque leí un artículo sobre unas personitas especiales (los invito a que lean: http://archivo.abc.com.py/blogs/post/1108/paraguay-increible) y saber que todo lo hacen con mucho amor, grandes sonrisas, que aun cuando pierden afrontan con optimismo y de volver a intentar en un futuro cercano, más importante aun, festejan incluso los fracasos, pues le dan la debida importancia a los esfuerzos sumados y viven con el pensamiento de "llegamos hasta aquí y dimos lo mejor de nosotros, es lo que importa".
Los niños y las personas especiales, increíbles son los que nos dan diariamente una lección, basta con prestarle más atención y sabremos de sus enseñanzas tan preciadas. Incluso creo muy dentro mío, que cada pregunta que nos hagamos ante cualquier situación que nos presenta, la respuesta a eso lo encontraremos en ellos.
Viven casi sin miedo, arriesgan, disfrutan, sonríen y aman... y el poco miedo que tienen les sirve para medirse como persona hacia los demás.
Asi que... simplemente debemos seguir sus pasos.