Amor de padre

Había una vez un hombre que trabajaba día y noche. Se levantaba temprano e iba a trabajar, regresando a veces a altas horas de la noche.

Tal vez debido a eso no tenía mucho tiempo para sus hijos y esposa, pero el poco tiempo que compartía con ellos lo hacía con amor. Muchas personas que llegaron a conocerle decían que era de un carácter difícil. Para mí, costaba creerlo porque los momentos que pude compartir con él siempre irradiaba sonrisa pura, hacía chistes, se disfrazaba de Papá Noel, impartía bocinazos en la calle. Era una alegría contagiante!.

Tal vez tenía sus defectos, tal vez era difícil tratar con él, tal vez no era un buen esposo o un buen padre o un buen hermano o un buen hijo, no sé, pero era un SER HUMANO. Quién es perfecto?. Hablar de él es hablar de alguien excelente dotado de grandes conocimientos. No había tema que desconocía!. Las reuniones en su casa eran lo máximo!.

Cierto día, se encontraba él trabajando en su casa y su hija mayor estaba dentro también. La vida dio un giro brusco al decidir que unos maleantes invadiesen su hogar. Decidieron robar cuantas cosas encontraran, pero lo peor, a último momento decidieron llevar a su hija.. su adorada hija.. secuestrarla!!!. Iba a permitir que pasara eso??.
No, no pudo permitir que pasara. Se abalanzó hacia ellos, peleando que largaran a su hija. la respuesta de ellos fue unos cuantos tiros a quemarropa y dejarlo ahí tendido en el suelo. No fue en vano su esfuerzo, pues, habían dejado a la hija con él. Se largaron lo más rápido posible de ahí.

Su hija lloraba sin cesar, teniendo en su regazo a su papá. Llamó a quienes pudo. Llegó la ambulancia. Le trasladaron. Fuimos todos a verle. Recibir una noticia impactante y difícil de creer ensombrenció aquel día para cualquiera de nosotros.

Nos encontramos en la sala de emergencia. Había murmullos "Se salvará?" "Parece que no" "Se ve muy mal". Se notaban ciertas lágrimas en algunos rostros. Ver a sus hijos y esposa sin saber qué destino le deparaba a aquel valiente hombre, era aterrador. Muchos sentimientos se mezclaron en aquella sala.

Pasó la noche, llegó el amanecer. Otra vez murmullos "Se salvó?". "Sí, se salvó, pero no se sabe aún de los daños que tiene". Aquella semana se tornó como los días de reuniones en su casa, pero del revés: no había alegría, no había risas, solo silencio, temores, lágrimas y rezos. Pasaron los días, las noches, los amaneceres. Ese señor se salvó, la vida le quiso regalar una segunda oportunidad ... pero... ya no podría caminar, tenía ciertos deterioros en su columna y un sinfin de daños a consecuencia de los disparos recibidos.

Han pasado años desde aquel suceso. Hoy en día si alguien se pregunta si ama a sus hijos, la respuesta de su reacción aquel día sobrepasa toda duda. Incluso ha demostrado su amor a la esposa, ya que.. qué sería de ella si su esposo dejaba la suerte de su hija ante los malvivientes?... tendría el trágico final de Cecilia Cubas?. Gracias a la suerte divina y gracias a él, esas preguntas no forman parte de sus vidas.

Sus hijos terminaron la secundaria, hoy son estudiantes universitarios, rebosantes de salud y amor. Conozco a ellos, son personas excelentes, genuinos. Cada vez que me encuentro con ellos despierta la felicidad del encuentro y hablamos uno que otro tema.

Qué fácil olvidar por cuánto ha pasado ese valiente hombre!. Optó por vivir!!. Cuántos se quitarían la vida si se viesen con tantos impedimentos físicos despues de vivir una vida normal ??. Y no vive mirando la ventana en cada amanecer o lamentándose.

Hasta hoy día, se levanta temprano, trabaja, o se sienta frente a la computadora, lo enciende y busca negocios, formas de ganarse la vida, se socializa con muchos, comparte emails, historias de vida, chistes incluso imparte sus conocimientos. Es agradable recibir algún email o noticia de él. A veces cuando encuentro a mamá hablando por teléfono con él, aún la puedo ver con esa carcajada que suelta por algún chiste que le haya dicho. Él no ha perdido su carisma, simpatía y humor.

Si yo fuese aquella hija que gracias a él sobrevivió, estaría ETERNAMENTE agradecida a él, recordaría en cada paso de mi vivir que ESO lo estoy viviendo, sintiendo, comiendo, pensando, enamorándome gracias a que el valiente hombre se abalanzó ante unos hombres que sin piedad alguna le dispararon con todo. No sería del revés mi suerte; lamentando en un cuarto oscuro el por qué nadie me salva, dejando mi cuerpo a merced de unos extraños y contando los días. No!!.

Tal vez antes que ese terrible momento llegase a sus vidas, nadie daba cuenta de nada ni se lo creía la mejor persona.. pero despues de aquel día, eso está olvidado. Esa acción heroica lo describe todo: "ES EL MEJOR PADRE Y ESPOSO DEL MUNDO". Aun son familia, aun comparten juntos el día y la noche. Él no se lamenta para nada lo que pasó, hizo lo que tenía que hacer: SALVAR A SU FAMILIA.

Los que tuvimos placer de conocerle, cada quien hemos formado familias, estamos trabajando tratando de sobrevivir el día a día, que muchas veces olvidamos dar una placentera visita. A menudo me siento culpable pero una sonrisa rebosa en mí cuando recibo noticias suyas por email. Grande internet!.

Yo muchas veces me quejo de mi problema auditivo, me duele no escuchar muchos sonidos bellos que la vida ofrece, pero pareciera que un ángel dentro mío me recuerda en ese preciso momento lo que ese señor estará pasando. Si él optó por vivir, si él optó amarse a sí mismo tal como la vida lo dejó,, de qué me voy a quejar yo???. Tengo que ser más agradecida con la vida.

Asi que, si tienes hijos o padres, madres o hermanos/as u otros seres queridos con quien convives y tambien con quienes no, esfuérzate siempre en hacerle saber lo importante de su existencia, basta un abrazo, un beso, una rica comida, una caricia, un "Te quiero". Realmente, uno nunca sabe si ése será el último día en que lo verás ni la suerte del destino.

Por cierto, dudan si ese hombre de quién hablo EXISTE ??... claro que sí!! Con orgullo puedo decir que es mi tío... el héroe de la familia, el hombre que sobrepasó de lejos la definición de heroísmo... coraje... y valentía... su nombre?: OSCAR BENÍTEZ ROA.

Te quiero mucho tío!!